martes, 3 de mayo de 2011

Yo también quiero que Peter Pan entre volando por mi ventana


Esta ilustración de Flora White (1913) fue elegida por la editorial Valdemar para la cubierta de su edición de Peter Pan de 2005.
Como en  otros casos, la lectura de Peter Pan y Wendy era una de esas deudas pendientes que tengo con muchos clásicos de la literatura universal.
Peter Pan y Wendy ha cautivado a la lectora niña que hay en mí porque, al contrario de lo que ocurre en la realidad cotidiana, ofrece al lector la posibilidad de subvertir y escapar del mundo de los adultos sin remordimientos y sin consecuencias. En esa revolución infantil puede leerse también la amoralidad propia de los niños, que actúan sin pensar en el efecto de sus acciones, porque mientras su estructura moral está en construcción, esta es cambiante e inconsistente. Por esa razón, no recuerdan lo aprendido, como le ocurre a Peter Pan, que es amnésico. Eso es lo que hace libre a Peter, y a los niños en general.

Las ilustraciones de Francis Donkin Bedford (1911) que se reproducen a continuación se incluyen en la referida edición.

Peter montaba guardia afuera

Morir debe ser una aventura tremendamente grande




No hay comentarios:

Publicar un comentario