sábado, 23 de abril de 2011

El niño, la golondrina y el gato


Hace poco más de un mes encontré un ejemplar del libro de Miguel Buñuel El niño, la golondrina y el gato en la Feria de Libros de segunda mano de Cuesta de Moyano, en Madrid. Se trata de un ejemplar de la sexta y última edición, de 1975, ilustrada por M. Boix. Sin embargo, en su primera edición de 1959 fue ilustrado por Lorenzo Goñi, uno de los ilustradores españoles más importantes del último siglo, de quien se celebra el centenario de su nacimiento en el presente año. Las ilustraciones de este artículo pertenecen a la mencionada edición del libro de Miguel Buñuel. 


El libro fue editado por primera vez en 1959 por la Editorial Doncel  y recibió ese mismo año el Premio Lazarillo de Creación Literaria. En 1962 fue incluido en el Cuadro de Honor del Premio Internacional de Literatura Infantil Andersen.
Está incluido en “
la Biblioteca Ideal” elaborada por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en el marco del VI Simposio sobre Literatura Infantil y Lectura, celebrado en el año 2002. Asimismo, el equipo Peonza lo seleccionó dentro su antología de obras de literatura infantil, editada por Anaya en


2004 bajo el título Cien libros para un siglo.


El libro aborda uno de los temas universales del Hombre: ante la imposibilidad de encontrar sentido a la vida en ninguno de los caminos que se le brindan (lo material, la religión y el sexo), el Hombre solo puede encontrar una respuesta consoladora en la muerte. Desde una perspectiva panteísta, la muerte es considerada como la única posibilidad de unión trascendente con la creación.
Por otro lado, el niño, la golondrina y el gato encarnan las tres fuerzas que luchan por gobernar la vida del Hombre: el sentimiento, la razón y la vida, entendida como instinto. Por tanto, los tres viajeros se convierten así en metáfora del ser humano.
El libro se caracteriza por un lenguaje poético, lleno de luz, de color y de plasticidad, que ha sido calificado por algunos especialistas como juanramoniano o lorquiano. Este lenguaje poético, en perfecta combinación con las ilustraciones coloristas y muy cercanas al surrealismo de Lorenzo Goñi, otorgan al libro una dimensión onírica muy apropiada que ayuda a acercar una historia de significado trascendente al público infantil.



6 comentarios:

  1. Fantástico y casualidad...pues me lo regalaron para estos días de festividad de libros....!
    En mi opinión, ilustraciones inquietantes, junto a un texto como bien dices...casi lorquiano.

    Abrazo!

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  2. Fue el primer libro que me regalaron cuando tenía 7 años, a comienzos de los sesenta, lo leí y releí, al principio por obligación y luego por gusto, guiado por el texto y por sus fascinantes ilustraciones, aunque por entonces, sin saber su significado real. Luego le perdí la pista. hace 5 años hice una búsqueda en google y encontré a la venta una primera edición (aceptablemente consevada) que adquirí de inmediato. Para mí, una joya en lo literario, y mucho más en lo personal.
    Juanfra.

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  3. yo lo leí cuando pequeño, allá en los ochentas... aún lo tengo... las ilustraciones son maravillosas. Manuel Boix logra plasmar muy bien lo que significa todo.

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  4. Es un libro maravilloso, no sólo para los niños sino también para los adultos.
    Por supuesto que las ilustraciones de Lorenzo Goñi son magníficas y transmiten toda la imaginación del autor. También estan muy bien las de Manuel Boix.
    Es una pena que no se haya vuelto a editar después del cierre de la Editorial Doncel.

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  5. Es un libro maravilloso y las ilustraciones de Lorenzo Goñi transmiten muy bien el espíritu del autor. También están bien las de Manuel Boix.
    Es una pena que no se haya vuelto a editar después de la desaparición de la Editorial Doncel, ya que este libro no sólo es para los jóvenes, sino también para los adultos.

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