Hace poco más de un mes encontré un ejemplar del libro de Miguel Buñuel El niño, la golondrina y el gato en la Feria de Libros de segunda mano de Cuesta de Moyano, en Madrid. Se trata de un ejemplar de la sexta y última edición, de 1975, ilustrada por M. Boix. Sin embargo, en su primera edición de 1959 fue ilustrado por Lorenzo Goñi, uno de los ilustradores españoles más importantes del último siglo, de quien se celebra el centenario de su nacimiento en el presente año. Las ilustraciones de este artículo pertenecen a la mencionada edición del libro de Miguel Buñuel.

El libro fue editado por primera vez en 1959 por la Editorial Doncel y recibió ese mismo año el Premio Lazarillo de Creación Literaria. En 1962 fue incluido en el Cuadro de Honor del Premio Internacional de Literatura Infantil Andersen.
Está incluido en “la Biblioteca Ideal” elaborada por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en el marco del VI Simposio sobre Literatura Infantil y Lectura, celebrado en el año 2002. Asimismo, el equipo Peonza lo seleccionó dentro su antología de obras de literatura infantil, editada por Anaya en

El libro aborda uno de los temas universales del Hombre: ante la imposibilidad de encontrar sentido a la vida en ninguno de los caminos que se le brindan (lo material, la religión y el sexo), el Hombre solo puede encontrar una respuesta consoladora en la muerte. Desde una perspectiva panteísta, la muerte es considerada como la única posibilidad de unión trascendente con la creación.
Por otro lado, el niño, la golondrina y el gato encarnan las tres fuerzas que luchan por gobernar la vida del Hombre: el sentimiento, la razón y la vida, entendida como instinto. Por tanto, los tres viajeros se convierten así en metáfora del ser humano.
El libro se caracteriza por un lenguaje poético, lleno de luz, de color y de plasticidad, que ha sido calificado por algunos especialistas como juanramoniano o lorquiano. Este lenguaje poético, en perfecta combinación con las ilustraciones coloristas y muy cercanas al surrealismo de Lorenzo Goñi, otorgan al libro una dimensión onírica muy apropiada que ayuda a acercar una historia de significado trascendente al público infantil.