Siempre que visito una librería me llevo algún libro infantil y si no lo hago me quedo con las ganas. La semana pasada estuve en la Librería Laie y descubrí algunos títulos de la serie "Let's play games", de Hervé Tullet, que Paidhon ha publicado en español recientemente. Elegí para mí Juego en la oscuridad. Esa misma noche me adentré en su universo para viajar por el cosmos desde mi cama. El entusiamo que tal viaje me produjo no dejó de sorprenderme: si ese efecto produce en una persona adulta, que tiene a su niña muy presente, eso sí; ¡cómo lo deben disfrutar los niños! Como ejemplo de ello, traigo este video de la mano de Paidhon. En él se ofrece una pequeña muestra de todas las posibilidades de creatividad y juego que brinda "Let's play games".
"Si nos dejamos llevar por la lectura, si no oponemos resistencia, vivimos vidas ajenas, sentimos y pensamos de manera diferente. Tenemos la opción de salir fuera de los lugares conocidos, podemos transmutar estos sitios de la vida cotidiana por una realidad alternativa. Cuando cerramos el libro, comprendemos que hay un yo que está aquí y un yo potencial que vive en las páginas del libro. Distinguimos entre nosotros y esa otredad donde también podemos vivir." Carmen Diana Dearden
Bueno, es bueno el breve aliento de esa historia justa en imágenes pero no finita, por lo que de infinito tiene. Y si un niño, o niña, aprende a viajar con esas primeras barcas (el cielo, lo que oculta, los mundos de allá...), muy poco le pueden malogar ciertos poderes maléficos pues aprenderá (y aprehenderá) que si vive como niño de verdad y no sobreprotegico en exceso, no le hará falta leer libros de autoayuda ni ver la famosa tele ni ser un testigo involuntario de las mediocridades que hoy se venden y se difunden. Con las fábricas del argentino-sicólogo JB que pasan por libros y similares, ya tenemos bastante. Y el señor Punset, que ya no sabe de que hablar, pero ganas sus pelitas, sus euritos. Y el otro, el bobito ese que sale por le tele y que Spilberg ahora medio apadrina... Madre de Dios cuantos mequetrefes confundiendo camellos con dromedarios! Bueno, corto ya. Y fértil recomendación Noelia.
ResponderEliminarLena Grove
Feliz, logrado, y saludable recomendación.
ResponderEliminarLena Grove
¡Guau, Lena! Muchas gracias por la reflexión.
ResponderEliminarMuchas gracias desde mi entusiasmo infantil.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCoincidirás conmigo en que los libros de Hervé Tullet también pueden tener efectos balsámicos sobre el lector adulto, mucho mejores que los libros de autoayuda. En realidad, eso pasa con la buena literatura.
ResponderEliminarCoincido Noelia, coincido en esos bálsamos y en sus efectos. Permíteme te sugiera un libro para cuando puedas robarle a tu tiempo un poquito de tiempo. Se llama "Luz de agosto". De William Faulkner. Hay un niño en camino, y traiciones y mucha poesía, y un poco de todo y siempre permanece dentro de uno cuando se ha entrado en sus territorios.
ResponderEliminarLG